viernes, 25 de abril de 2014

¿Cómo se inicia la lectura?

A diferencia del lenguaje, que tiene regiones y áreas del cerebro diseñadas para desarrollarlo eficientemente, para la lectura, debemos entrenar al cerebro a fin de desarrollar las aptitudes necesarias para leer. Es así que la lectura comienza con el conocimiento de fonemas, esto es, la habilidad para reconocer y usar los sonidos. En el idioma español, encontramos 24 de estos sonidos con los que nosotros creamos todas las palabras del idioma. El conocimiento de estos fonemas forma parte de la habilidad llamada conciencia fonológica.

El inicio de la lectura también está asociado con el aprendizaje del alfabeto, lo que significa que una persona debe:
  • Asociar sonidos con las letras del alfabeto que muchas veces tienen el mismo sonido como la c y la s, como cima y sima; o la s y la z, como en casa y caza.
  • Diferenciar sonidos de palabras que tienen un sonido similar o casi un mismo sonido. Como tubo y tuvo; o rayar y rallar; o valla y vaya.
  • Asociar sonidos como la ch en chasis o chancho.
  • Aprender a identificar la ubicación de determinadas letras del alfabeto que cambian su sonido según se asocian, como la h en hielo o en chala.
Según los especialistas, los estudiantes que desarrollan una mejor conciencia fonológica, se inician rápidamente en la lectura. Si bien el conocimiento del fonema es importante, no es lo único que debe aprenderse para convertirse en un lector competente, estará también el desarrollo de procesamientos superiores como el sintáctico y el semántico. En este sentido, para leer, el cerebro activa muchos sistemas en paralelo que apoyan el procesamiento cognitivo como la percepción, la atención, la memoria, el razonamiento y el lenguaje oral, por ejemplo.


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miércoles, 9 de abril de 2014

La memoria a partir de los 30

Cuando llegamos aproximadamente a los 30 años de edad, se vuelve más difícil para la mayoría de nosotros el recordar nombres, rostros o detalles del pasado. Los científicos debaten desde hace mucho si es que este descenso gradual es una faceta temprana de la enfermedad de Alzheimer o algún otro proceso neurológico.

Anteriores estudios mostraban que la enfermedad de Alzheimer y la pérdida de memoria debido a la edad involucran diferentes circuitos neuronales en el hipocampo, lugar donde las memorias se forman y organizan. En el caso del Alzheimer, las proteínas y las placas se acumulan con el tiempo y el tejido cerebral se atrofia. Sin embargo, se sabe poco de lo que ocurre cuando se pierde la memoria a causa de la edad, tan solo que las células cerebrales empiezan a tener un mal funcionamiento.

Para saber más acerca de este proceso biológico, investigadores de la Universidad de Columbia examinaron tejido cerebral postmortem de 8 personas saludables entre 33 y 86 años de edad y también en roedores. Se pudo observar que un gen en particular se había reducido cerca de 50% con la edad en humanos y roedores. El gen era de una proteína llamada RbAp48, la cual regula la cantidad de genes en una parte del hipocampo llamada giro dentado, la cual ha sido implicada en la pérdida de la memoria. En el caso del Alzheimer no se encontraron diferencias en la cantidad del gen de la proteína.

Para probar hasta qué punto la producción de esta proteína se involucra en la pérdida de la memoria, se impidió la producción de esta en ratones, encontrando los mismos déficits cognitivos que en el anterior estudio. Finalmente, se demostró que incrementando el nivel de la proteína las funciones cerebrales se restauraban.

Este nuevo estudio es muy impresionante y una importante pieza en el entendimiento del mecanismo molecular de la pérdida de la memoria, aunque solo se ha enfocado en una región del cerebro. Debemos tener en cuenta que otras regiones pueden tener mucha relación con la pérdida de memoria.


Para mayor información visitar: sciencemag.org