viernes, 6 de junio de 2014


¿POR QUÉ LOS CIGARRILLOS Y EL
ALCOHOL VAN DE LA MANO?


Un estudio publicado por The Journal Neuron menciona que la nicotina, el principal ingrediente adictivo del tabaco, parece incentivar el deseo de ingerir alcohol.

Este estudio puede ayudar a explicar por qué el alcoholismo es más propenso en personas que fuman, y por qué empezar a fumar desde temprana edad es un gran factor de riesgo para un posterior abuso del licor.

La introducción de alcohol al organismo aumenta la presencia del neurotransmisor dopamina en el área tegmental ventral y en el núcleo accumbens del cerebro, ambas partes del sistema límbico, el cual está involucrado en el procesamiento de impulsos básicos como el placer, recompensa y adicción. Este aumento de dopamina mejora el estado de ánimo y atenúa los efectos del estrés, sin embargo, según el hallazgo de un equipo de investigadores del Baybor College of Medicin  liderados por el neurocientífico John A. Dani, la nicotina trastorna esta respuesta. Cuando esta parte del cerebro se llena de hormonas de estrés y luego se añade nicotina, el alcohol suprime el flujo de dopamina en todo el cerebro basal anterior. La respuesta natural sería entonces, tomar más alcohol en un intento de conseguir esa sensación placentera y es exactamente así como reaccionaron las ratas de laboratorio en Baybor: a los roedores se les permitió tomar sorbos de alcohol a voluntad, y aquellas a las que se les había dado antes una dosis de nicotina, ingirieron una mayor cantidad de alcohol.

La hormona del estrés jugó un roll crucial en catalizar este efecto, cuando los investigadores administraron una droga que modera el efecto de los corticosteroides (los cuales están implicados en mecanismos que caracterizan la respuesta frente al estrés) antes de darles nicotina a los roedores, se observó que después de eso, al darles nicotina, evitaban ingerir más alcohol a diferencia de aquellas que no recibieron nicotina.

Estos hallazgos podrían ayudar a identificar estrategias que faciliten la abstinencia de alcohol. Si sugerimos que hay una base neurofisiológica para la observación de que el uso de nicotina puede incrementar las propiedades de refuerzo del alcohol’, también podemos subrayar que los daños del tabaco se extienden mucho más allá del cáncer o enfermedades al corazón y que el número de víctimas puede ir más allá de los 100 millones de personas que se estima que han muerto en el siglo 20.



Fuente: http://www.latimes.com/news/science/sciencenow/la-sci-tobacco-alcohol-stress-20130718,0,7142286.story#axzz2qwyiPedf

lunes, 12 de mayo de 2014

Reconociendo palabras desde el vientre materno


Mientras el feto se desarrolla dentro del útero, este puede escuchar sonidos provenientes del exterior. No solo eso, también es capaz de entender estos sonidos lo suficientemente bien como para recordarlos luego del nacimiento.



Parece difícil de creer que los fetos puedan oír dentro del útero, pero las partes encargadas del procesamiento del sonido dentro del cerebro se activan en el último trimestre del embarazo. Además el sonido se transmite muy bien a través del abdomen de la madre.

Un estudio hizo que mujeres gestantes reprodujeran una grabación varias veces por semana durante sus últimos meses de embarazo. Esta grabación consistía en intercalar la palabra "tatata" con música, haciéndose a veces algunas variaciones en la palabra. Cuando los bebés nacieron, ellos eran capaces de reconocer la palabra y sus variaciones. También se observó que las señales neuronales para el reconocimiento vocal y cambios en el tono en la palabra eran más fuertes en los infantes que escucharon más veces la grabación. Esto nos lleva a creer que el feto puede aprender información más detallada de lo que creemos y por ende, el aprendizaje del lenguaje empezaría en el útero materno.


Solo porque los bebés pueden aprender dentro del útero no significa que ponerles música o grabaciones les ayudará a aprender más. No existe evidencia sólida de que esta estimulación, más allá de los sonidos normales del día a día, ofrezca algún beneficio a largo plazo para su salud.


Para mayor información visitar: sciencemag.org

viernes, 25 de abril de 2014

¿Cómo se inicia la lectura?

A diferencia del lenguaje, que tiene regiones y áreas del cerebro diseñadas para desarrollarlo eficientemente, para la lectura, debemos entrenar al cerebro a fin de desarrollar las aptitudes necesarias para leer. Es así que la lectura comienza con el conocimiento de fonemas, esto es, la habilidad para reconocer y usar los sonidos. En el idioma español, encontramos 24 de estos sonidos con los que nosotros creamos todas las palabras del idioma. El conocimiento de estos fonemas forma parte de la habilidad llamada conciencia fonológica.

El inicio de la lectura también está asociado con el aprendizaje del alfabeto, lo que significa que una persona debe:
  • Asociar sonidos con las letras del alfabeto que muchas veces tienen el mismo sonido como la c y la s, como cima y sima; o la s y la z, como en casa y caza.
  • Diferenciar sonidos de palabras que tienen un sonido similar o casi un mismo sonido. Como tubo y tuvo; o rayar y rallar; o valla y vaya.
  • Asociar sonidos como la ch en chasis o chancho.
  • Aprender a identificar la ubicación de determinadas letras del alfabeto que cambian su sonido según se asocian, como la h en hielo o en chala.
Según los especialistas, los estudiantes que desarrollan una mejor conciencia fonológica, se inician rápidamente en la lectura. Si bien el conocimiento del fonema es importante, no es lo único que debe aprenderse para convertirse en un lector competente, estará también el desarrollo de procesamientos superiores como el sintáctico y el semántico. En este sentido, para leer, el cerebro activa muchos sistemas en paralelo que apoyan el procesamiento cognitivo como la percepción, la atención, la memoria, el razonamiento y el lenguaje oral, por ejemplo.


Programa de Formación en Neuroeducación BRAINBOX®. CEREBRUM 2013

miércoles, 9 de abril de 2014

La memoria a partir de los 30

Cuando llegamos aproximadamente a los 30 años de edad, se vuelve más difícil para la mayoría de nosotros el recordar nombres, rostros o detalles del pasado. Los científicos debaten desde hace mucho si es que este descenso gradual es una faceta temprana de la enfermedad de Alzheimer o algún otro proceso neurológico.

Anteriores estudios mostraban que la enfermedad de Alzheimer y la pérdida de memoria debido a la edad involucran diferentes circuitos neuronales en el hipocampo, lugar donde las memorias se forman y organizan. En el caso del Alzheimer, las proteínas y las placas se acumulan con el tiempo y el tejido cerebral se atrofia. Sin embargo, se sabe poco de lo que ocurre cuando se pierde la memoria a causa de la edad, tan solo que las células cerebrales empiezan a tener un mal funcionamiento.

Para saber más acerca de este proceso biológico, investigadores de la Universidad de Columbia examinaron tejido cerebral postmortem de 8 personas saludables entre 33 y 86 años de edad y también en roedores. Se pudo observar que un gen en particular se había reducido cerca de 50% con la edad en humanos y roedores. El gen era de una proteína llamada RbAp48, la cual regula la cantidad de genes en una parte del hipocampo llamada giro dentado, la cual ha sido implicada en la pérdida de la memoria. En el caso del Alzheimer no se encontraron diferencias en la cantidad del gen de la proteína.

Para probar hasta qué punto la producción de esta proteína se involucra en la pérdida de la memoria, se impidió la producción de esta en ratones, encontrando los mismos déficits cognitivos que en el anterior estudio. Finalmente, se demostró que incrementando el nivel de la proteína las funciones cerebrales se restauraban.

Este nuevo estudio es muy impresionante y una importante pieza en el entendimiento del mecanismo molecular de la pérdida de la memoria, aunque solo se ha enfocado en una región del cerebro. Debemos tener en cuenta que otras regiones pueden tener mucha relación con la pérdida de memoria.


Para mayor información visitar: sciencemag.org

viernes, 28 de marzo de 2014

La conexión entre nuestro cerebro y el de otras personas

Un nuevo estudio hecho por investigadores de la Universidad de Virginia está apoyando una idea que ha ido ganando impulso en los últimos años: la idea de que el cerebro humano está tan extraña y fuertemente conectado con otras personas, que llega a sentir lo que los demás sienten, como si nos estuviera pasando a nosotros. Esto parecería ser la base neuronal de la empatía, pero pareciera ser que es algo mucho más profundo que eso.

Para asegurar esto, los investigadores recurrieron a métodos simples: los participantes atravesaron un escaneo cerebral mientras se les amenazaba con darles descargas eléctricas. Los resultados mostraron que las regiones del cerebro responsables de las respuestas ante amenazas (ínsula anterior, el putamen y el giro supramarginal) se activaron bajo la amenaza de la descarga. Luego de esto, se amenazó de la misma manera a un extraño frente a los participantes del estudio. En ellos, las mismas regiones cerebrales no mostraron actividad, pero cuando se amenazó a un amigo, las áreas del cerebro mostraron actividad casi idéntica a la que se observaba cuando se les amenazaba a ellos mismos.

Según James Coan, profesor de psicología en U.Va’s College of Arts & Sciences y co-autor del estudio, este descubrimiento muestra la remarcable capacidad del cerebro de ponerse en el sitio de otro, y también que las personas cercanas realmente se convierten en parte de nosotros, no solo en una idea metafórica. Entonces, cuando alguien cercano está bajo amenaza, nosotros también lo estamos.

Para mayor información visitar: forbes.com

viernes, 7 de marzo de 2014

¿Existen diferencias en las habilidades lectoras y matemáticas entre hombres y mujeres?


Cuando se habla de habilidades lectoras y matemáticas, los resultados de evaluaciones nacionales, regionales e internacionales muestran que las brechas de género se mantienen, asociándose la comprensión lectora como una habilidad de las niñas, y las matemáticas como algo propio en los niños. Sin embargo, cuando las mismas organizaciones, entre ellas OCDE-PISA, que recogen estos resultados realizan el análisis a nivel global, sostienen que estas diferencias no se dan por un tema de género, sino por las brechas generadas por prácticas pedagógicas en las escuelas, producto de estereotipos sociales, desconocimiento acerca del neurodesarrollo y la actitud de estudiantes y docentes.

Hoy sabemos que el cerebro de la niña y el niño son diferentes en algunas estructuras y que son gobernadas por los genes y las hormonas, pero que finalmente su funcionamiento e integración en los procesos cognitivos son determinados por las experiencias. Por lo tanto, el desarrollo de una habilidad cognitiva, sea de compresión verbal o matemática, estará definida más por el impacto de la escuela y el entorno que por las diferencias biológicas del cerebro del niño y la niña.

Entonces, ¿es necesario atender las diferencias? Sí, siempre y cuando el profesional responsable de desarrollar las habilidades en los niños y las niñas cuente con los conocimientos necesarios para evitar estereotipos y neuromitos, aprovechando las diferencias para que los niños y niñas encuentren mejores estrategias para resolver problemas.

Adaptación del Programa de Formación en Neuroeducación BRAINBOX® (CEREBRUM, 2013)

viernes, 21 de febrero de 2014

¿El estado emocional de los niños puede afectar su capacidad de aprender?


Durante los últimos años, los problemas emocionales en los niños pequeños se han convertido en una gran preocupación para los educadores, padres y otros. Estamos presenciando un creciente número de niños que están excesivamente enojados o tristes; o igual de preocupante, que apenas parecen experimentar emociones positivas tales como la curiosidad, el interés o incluso la felicidad.

Es difícil decir por qué está ocurriendo esto, pero en parte puede deberse a la velocidad del cambio en nuestra sociedad. El crecimiento de la urbe trae consigo todo tipo de presiones físicas y psicológicas que estresan a los niños y sus familias. También existe una creciente preocupación relacionada con la gran cantidad de estímulos visuales, auditivos y sociales que experimentan los niños, en particular en entornos urbanizados; la falta de experiencias basadas en la naturaleza; la disminución de ejercicio y los deportes organizados e improvisados; patrones familiares cambiantes y escasas actividades de ocio; así como, la exposición a temas emotivos alarmantes en los medios de comunicación.

Ahora que estamos próximos al inicio del año escolar, revisemos lo anterior y recordemos que existe una relación muy estrecha entre el estado emocional del niño y su capacidad de aprender, si un niño está deprimido, asustado, ansioso, enojado, frustrado o avergonzado, será muy difícil, si no imposible, que se concentre. Por el contrario, mientras más tranquilo, feliz, seguro, curioso, confiado e interesado esté el niño, mejor aprenderá.



Adaptación de Calma, Atención y Aprendizaje. Estrategias para la autorregulación en el aula. Stuart Shanker (CEREBRUM, 2013)